lunes, 23 de enero de 2012

¿QUE HACER ANTE LA COYUNTURA ACTUAL [ I ]


La pregunta que se plantea lleva a otros interrogantes no menos serios: ¿Cómo comprender lo que está sucediendo ahora? ¿Cómo vislumbrar su impronta sobre el futuro que adviene y  entonces decidir qué hacer?.  Sin embargo a pesar de una cuasi imposibilidad de descorrer el velo que nos oculta lo que está por venir, sabemos bien que ante los preocupantes signos de la crisis general que hoy vivimos, sencillamente no podemos cruzarnos de brazos; por ende se impone encontrar derroteros y plantear medidas para afrontar las turbulencias actuales.

En términos obviamente muy generales podemos  asumir que pueden darse  dos caminos o modalidades a seguir, en los que sorteando el riesgo de no pocos errores al emprenderlos, sin embargo podríamos llegar a baruntar cómo lo que hoy está sucediendo esté ya conformando el arcano del futuro que se nos viene encima.

El primero de tales caminos y al que aquí vamos a referirnos  consiste en indagar lo que en una nota anterior[1] hemos llamado ‘leer los signos del tiempo’,  que se sustenta en la idea de que a los acontecimientos que día a día jalonan nuestra actualidad, les es inherente un significado que no siempre aparece en la superficie. El otro camino se basa en observar  cómo ciertos sucesos de estadios históricos ya recorridos en el tiempo, ejercieron cierta significativa influencia sobre los hechos de una época posterior o incluso en nuestro propio tiempo actual,  ya sea porque algunos acusan cierta analogía con desarrollos posteriores que  parecerían paralelos, o porque otros resultan ser factores condicionantes de sucesos que ocurrirán en épocas siguientes.

Refiriéndonos al primero de aquellos dos caminos: la lectura de los signos del tiempo actual, tal camino se ejemplariza en las notas anteriores que versaron sobre los movimientos juveniles de los ‘Indignados’, lo que nos permitió no sólo apreciar como la gravedad de la crisis económica actual de Unión Europea al afectar muy seriamente las expectativas futuras de los jóvenes europeos, tal crisis devenía en un nuevo factor perturbador de la estabilidad general del mundo actual. Pero además el observar el fenómeno de los Indignados nos obligaba a no olvidar cómo la inquietante crisis económica europea en sí,  era una suerte de ‘réplica’ del cataclismo que fue la desastrosa quiebra del sistema bancario norteamericano en el 2,008, crítica continuidad que demuestra cómo dos situaciones distintas al eslabonarse causalmente una con otra, dan lugar a una tercera como es  el caso comentado de las protestas masivas europeas hoy proyectadas a otras naciones del mundo occidental.

Otro caso que ilustra esta modalidad de leer los signos del tiempo se aprecia en una nota anterior[2] que comenta el execrable acto terrorista del pasado mes de julio en un país modelo como Noruega, reflexión que nos llevó a consideraciones sobre el pernicioso  fenómeno de los fundamentalismo actuales, sean éstos de índole ideológica como el caso en cuestión y que también aparece en Estados Unidos en movimientos como el llamado Tea Party, o al fundamentalismo de índole religiosa  que surgen no sólo en el Islam sino también en algunas sectas cristianas.

Las indagaciones que irán resultando de la lectura  de los signos del tiempo, exigiría un trabajo interdisciplinario  de los analistas  especializados en tal campo con expertos de los diferentes campos de la actividad humana, y  llegar así a perspectivas que ayuden a vislumbrar soluciones verdaderamente creativas  a nivel de toda la humanidad.


[1] Leyendo el signo de los Indignados (I)  19-12-2011
[2] Noruega: Las contradicciones dentro de un país ejemplar. 28-11-2011

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