lunes, 27 de febrero de 2012

CULTURA Y CIVILIZACION: DOS FASES HISTORICAS SUCESIVAS [ IV ]


Si hay aspectos que cobran relieve en la época actual de la postmodernidad occidental son los que conciernen a lo económico, lo político y a la primacía militar a nivel mundial que indiscutiblemente hoy ostentan los Estados Unidos. Veamos ahora estos aspectos dentro de la época tardía y final de la civilización greco-romana. Así y comenzando con el orden de lo económico, era claro que la institu­ción del esclavismo, predominante modo de producción de la época, si bien contribuía  a satisfacer la voracidad de bienes y el hedonismo de los romanos, fue al mismo tiempo  quitándole todo sentido a la vida. En el aspecto político, la responsabilidad social ante la cosa pública de las propias clases privilegiadas, fue menguando en la medida  que fue predominando el egoísmo clasista, ya que significó darle cada vez una preferencia  egoísta a los asuntos privados  en detrimento de los deberes públicos. De otro lado la defensa militar era confiada cada vez más a contin­gentes mercenarios con el consiguiente resultado de la pérdida de la otrora efectividad militar de las legiones romanas. Otro aspecto my significativo que fue derivando de este orden de cosas es que las ciudades fueron haciéndose cada vez más inseguras y peligrosas, dándose comienzo a un creciente éxodo de lo urbano a lo rural.

Conviene detenernos algo en este fenómeno del éxodo de la ciudad al campo. El historiador Erich  Kahler[1] autor de un lúcido ensayo de la Historia a modo de una biografía del propio ser humano,  señala en dicha obra aquel fenómeno del éxodo de lo urbano y lo explica no solamente como un indicio claro de la desprotección militar de las ciudades romanas, sino como resultado de  la carga cada vez más pesada de los impuestos que el Estado  romano imponía a los ciudadanos urbanos y del proceso de  «una burocratización absoluta, [que] es más una especie de totalitarismo burocrático». Esto, para Kahler, cobra especial importancia a partir de la época del emperador Dioclesiano, quien irónicamente pretendió con tales medidas reflotar  el sistema económico ya quebrantado tanto por una fuerte inflación monetaria, como por el sostenimiento de la costosa administración civil y el aparato militar del imperio.

La consecuencia de aquella política fiscal impositiva lógicamente fue la que dio lugar a un  desplaza­miento masivo de gentes de distintas extracciones sociales  para liberarse de las cargas tributarias urbanas. Así,  el factor de la inseguri­dad creciente de las urbes  y la necesidad de radicar en el campo, lejos de las ciudades, se aúnan y dan por resultado  un nuevo orden de rela­ciones y contraprestaciones personales de los emigrados, grupos a los que se terminaría por llamar la ‘clientela’  y que se organizaban como núcleos poblacionales alrededor de poderosos señores residentes en el campo. Todo ello, según Kahler, se fue convirtiendo en los distintos «elementos estructurales del mundo medieval, del orden social que se designa con el nombre de sistema feudal».

Estas consideraciones son bastante ilustrativas sobre cómo un determinado proceso social, como fue aquel é­xodo de lo urbano a lo rural, puede  dar lugar a un fenómeno histórico radicalmente inédito, como para la moribunda sociedad romana fue el nacimiento de la era medieval que sucedió a la civilización greco-romana. 






[1] Erich Kahler: HISTORIA UNIVERSAL DEL HOMBRE

No hay comentarios:

Publicar un comentario